Uno
de los principales problemas que estarán enfrentando, los gobiernos de los
Estados entrantes de las 9 entidades que vivieron elecciones para el cambio de
la gubernatura serán sus “deudas públicas” donde San Luis Potosí, no está ajeno
y donde, sin duda tendrán que ser muy visionarios para poder hacerle frente a
los compromisos que asumieron ante los ciudadanos que votaron por ellos.
De
acuerdo a informes de la propia Secretaria de Hacienda y Crédito Público
(SHCP), en el país existen alrededor de 21 Estados donde sus gobernadores han
tratado de ocultar, los informes reales sobre los montos a los que ascienden
sus deudas públicas, afortunadamente San Luis, no está entre estas entidades.
Los
nuevos gobernadores tendrán que hacer malabares para sacar adelante las
administraciones que están por recibir y sin bien es cierto, San Luis Potosí,
no pinta dentro de los Estados con grandes deudas, si existen algunos
especialistas que advierten que los casi 5 mil millones que estará recibiendo
Juan Manuel Carreras, como deuda pública, lo obligarán a tocar puertas ante la
federación para allegarse de recursos frescos que le permitan atender las
necesidades básicas de los potosinos, pues de lo contrario, los impactos
financieros se estarán viendo reflejados a finales de este año.
Resulta
muy interesante, el conocer que de acuerdo a informes de la Auditoria Superior
de la Federación, se revela que en México existen 21 Estados que representan una deuda global
de 360 mil millones de pesos, encabezando la lista el Distrito Federal, Estado
de México, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Michoacán, Jalisco, Quinta Roo,
Veracruz y Sonora.
Sin
duda, los montos de las deudas públicas corresponden a gobiernos anteriores que
por caprichos, intereses personales o de
grupo, recurren a la vía del endeudamiento, heredando desgraciadamente
problemas serios a sus sucesores, sin importar el daño que ello, significa para
la propia población, toda vez que este tipo de prácticas limita el ejercicio de
las funciones de los gobernantes en turno.
Ciertamente
hay que destacar que el recurrir a una “Deuda Pública”, no es malo y mucho
menos se debe satanizar, siempre y cuando se haga de manera correcta, planeada
y sobre todo para generar proyectos que permitan mejorar la calidad de vida de
los gobernados, pero de eso, a que se haga en la realidad, deja mucho que decir
y de esto “los potosinos, si conocemos porque lo hemos vivido en carne propia”.
Por
lo pronto, en lo que corresponde a San Luis Potosí, se puede pronosticar que el
inicio del nuevo periodo del gobernador electo Juan Manuel Carreras, será un
poco complicado, por las serias limitaciones financieras que estará
enfrentando, no sólo derivadas de los ajustes presupuestales de la federación,
sino también de los pocos ingresos locales que le representan a la propia
entidad. Hay quien asegura que el nuevo gobernador se hará llegar de un
personaje que estará al frente de la Secretaria de Finanzas y que incluso le
conoce las tripas a esto de los dineros, por lo que existe confianza en que
pueda, “sino, resolver los problemas de fondo, al menos sortearlos para generar
mejores condiciones financieras en los pagos inmediatos y la contención de la
deuda pública”.
La
población en general, se estará
preguntado, ¿Qué pasa con los gobernadores que ocasionaron que los Estados
enfrentan prácticamente deudas públicas impagables? Pues la respuesta sería,
“Nada”, y Porque,…Porque en México aún existen leyes muy endebles que impiden
que la irresponsabilidad gubernamental sea sancionada cuando se provoca un daño
al erario, y a final de cuentas quienes pagan los platos rotos, somos los
ciudadanos, sin importar religión, partido político, o nivel económico.
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